El circuito puede estar compuesto, simplemente, por una o más cámaras de vigilancia conectadas a uno o más monitores o televisores, que reproducen las imágenes capturadas por las cámaras. Aunque, para mejorar el sistema, se suelen conectar directamente o enlazar por red otros componentes como vídeos u ordenadores. Utilizando la tecnología IP y medios de transporte confiables, el monitoreo y grabación puede hacerse remotamente desde cualquier ubicación.